Comienzos 1991

Antonia, nuestra fundadora, tenía 30 años cuando decidió iniciar su emprendimiento. Ella cosía para afuera desde jovencita, pero decidió inicar su primera colección. Para su sorpresa fue más exitosa de lo que creía y pronto le pidió a una amiga que la ayude. Para el final de ese año ya contaba con 4 empleadas.

Sus diseños fueron aceptados rápidamente y el negocio crecía. Ahí aparezco yo, Marcela, hija de Antonia.

Junto a ella hicimos crecer el negocio ampliando nuestro portfolio, decidimos trabajar para hoteles confeccionando sábanas, toallas y frazadas. Eso nos permitía pagar los altísimos costos fijos (ya habíamos crecido mucho en estructura). Pero nunca abandonamos nuestra verdadera pasión que era la ropa de Alta Costura.